Tomado de: Opinión de Armando Talamantes https://www.washingtonpost.com/es/post-opinion/
Las redacciones de 150 medios de comunicación alrededor del mundo se coordinaron de forma precisa para publicar el domingo 3 de octubre los hallazgos de la mayor investigación periodística que se haya realizado a escala global: los Papeles de Pandora (Pandora Papers).
Un equipo de más de 600 periodistas en el mundo trabajamos por más de un año en analizar, cotejar y confirmar muchos de los datos contenidos en los 11.9 millones de documentos filtrados acerca de operaciones en paraísos fiscales. A la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) mexicana solo le bastaron 84 minutos para anunciar que iniciaría una investigación del caso, aunque los resultados aún están por verse.
No es la primera vez que una investigación periodística pone al descubierto el uso (y abuso) de sociedades offshore, empresas de papel, fideicomisos opacos y paraísos fiscales. México y el mundo ya habían sido sacudidos antes por las olas que generaron otras filtraciones como los Panama Papers, en 2016, y los Paradise Papers, en 2017. Fueron de tal magnitud que provocaron las caídas de los primeros ministros de Islandia y de Paquistán.
En México, las anteriores revelaciones no involucraron a jefes de Estado ni altos miembros de sus gabinetes, aunque sí documentaron la apertura de fondos secretos por unos 100 millones de dólares por parte de Armando Hinojosa Cantú, llamado el “contratista favorito” del expresidente Enrique Peña Nieto, y quien estuvo involucrado en el escándalo conocido como “La casa blanca”.
En esas ocasiones la agencia encargada del cumplimiento fiscal, el Servicio de Administración Tributaria (SAT), anunció que revisaría los casos, penalizaría a quien encontrara culpable de algún delito y endurecería las medidas de supervisión para que no volvieran a repetirse situaciones similares, pero en realidad poco ha cambiado desde entonces.
En la investigación de los Pandora Papers descubrimos que el SAT hace mínimas revisiones al segmento más proclive a buscar refugio en lugares offshore: apenas auditó en lo que va del año a cinco personas que hacen uso de los paraísos fiscales.
Son más de 3,000 los mexicanos que han participado en operaciones offshore en las últimas décadas, y que han utilizado al menos 1,913 entidades secretas bajo las figuras de fideicomisos, fondos, empresas o fundaciones para llevar su dinero a más de 22 países y territorios alrededor del mundo. Las autoridades poco han hecho para vigilar con mayor exactitud estas operaciones que podrían estar mermando los ingresos a las arcas públicas, pues quienes llevan ahí su dinero no necesariamente pagan impuestos en México.
A diferencia de las investigaciones previas, esta vez hay algo diferente: las revelaciones se dan bajo el primer gobierno mexicano que se asume de izquierda y abiertamente antineoliberal. Y esta vez la investigación sí nombra a políticos y funcionarios públicos, tanto del gobierno federal como de gabinetes estatales.
Las primeras reacciones del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sobre los Pandora Papers no parecen ser muy alentadoras. En su primera conferencia matutina tras la publicación de los hallazgos, el mandatario pareció celebrar que “solo cuatro” personas relacionadas directa o indirectamente a su círculo cercano aparecen en la filtración.
AMLO también relativizó los montos. Cuando supo que su secretario de Comunicaciones y Transportes, Jorge Arganis, había abierto hace años una empresa offshore para invertir sus ahorros preguntó “de cuánto es el asunto”. Cuando supo que eran 3 millones, al principio pensó que la cantidad era en dólares, pero cuando supo que eran pesos mexicanos, dijo que “no es mucho”.
El presidente también se desentendió del capital accionario en una firma en las Islas Vírgenes Británicas que detenta su exconsejero jurídico, Julio Scherer Ibarra, por medio de la cual controla una empresa en Florida, que a su vez posee un apartamento de 1.5 millones de dólares frente a las playas de Miami. “Julio ya no trabaja en el gobierno, él tendrá que aclarar”, dijo.
Nada señaló acerca de la falta de transparencia en las declaraciones patrimoniales. Ni Scherer ni Arganis ni Armando Guadiana (senador por el partido oficialista, Morena) reportaron en sus declaraciones patrimoniales públicas la posesión de acciones, cuentas o inversiones en el extranjero, como les obliga la ley.
No fueron los únicos: políticos y funcionarios de los partidos Revolucionario Institucional, Acción Nacional y Verde Ecologista también fueron omisos en reportar con total claridad sus inversiones y cuentas en paraísos fiscales. La investigación realizada en México por Quinto Elemento Lab, El País, Proceso y Univisión encontró que ninguno de los políticos que aparecían en la lista de los Pandora Papers había admitido sus posesiones offshore en sus declaraciones patrimoniales.
Antes de convertirse en presidente, a AMLO le ofendía que hubiera mexicanos que aparecían en las listas de quienes utilizaban los paraísos fiscales y culpaba a la “mafia en el poder” de saquear al país y llevarse su dinero al extranjero en un posible intento de evadir impuestos. Ahora como mandatario, habrá que ver si la indagatoria anunciada por la UIF rinde frutos o se queda a medio camino. El SAT todavía no se ha posicionado al respecto.
Para los periodistas que participamos en los Pandora Papers, podría haber otro tipo de reacciones: al menos uno de los empresarios mencionados en la investigación ya avisó que interpuso una denuncia penal y amenaza con una demanda civil. “Carlos Peralta y su hijo Juan Carlos se opusieron a la publicación de la información. Anunciaron que el 28 de septiembre de 2021 presentaron una denuncia por el delito de extorsión e informaron a los periodistas autores de esta investigación que podrán proceder con una demanda civil por daño moral”, publicó Quinto Elemento Lab.
¿Admitirá la Fiscalía General de la República la denuncia penal de Peralta y perseguirá periodistas? Está por verse. En cuanto al gobierno de AMLO, tendrá que demostrar de qué está hecho y si en realidad es distinto a los anteriores. “No queremos seguir apareciendo en la lista de los Panama Papers, los Swiss Leaks, o los Paradise Papers”, había dicho Irma Eréndira Sandoval, la exsecretaria de la Función Pública, cuando el equipo lopezobradorista buscaba la presidencia y aún no aparecían los Pandora Papers.
**Armando Talamantes es periodista mexicano y editor en la organización de periodismo investigativo Quinto Elemento Lab.