Una mala decisión de cálculo de la Bancada de Morena en la Cámara de Diputados fue no permitir la discusión del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF), ante el bloque opositor y sobre todo del Partido Revolucionario Institucional porque varios de los diputados del tricolor se dieron cuenta de la cerrazón que priva en las líneas morenistas.
Si había indicios de que el Presidente del PRI y diputado federal Alejandro Moreno Cárdenas, de alguna manera estaba motivando el apoyo a la Reforma Eléctrica, esas indefiniciones terminaron para algunos de los priístas en San Lázaro.
Eso pone en cierta duda -sobre todo para el peje- el liderazgo de Alito Moreno al frente de los priístas en el país, pero de alguna manera fortalece al partido ante su militancia porque con toda certeza votarán en contra de la Ley Bartlett.
A esta cerrazón de Morena y la aplanadora para imponer a rajatabla -sin quitarle una coma- el PEF, también le siguieron señalamientos contra el tricolor en el asunto electoral y por eso creció el rechazo de la fracción parlamentaria priísta en la Cámara Baja.
En un principio, 16 legisladores emanados del PRI en Octubre pasado, habían manifestado abiertamente su negativa a apoyar la reforma eléctrica, después de la discusión del PEF, ese número aumentó siete más, por considerar que los legisladores de Morena, no son capaces de revisar y discutir absolutamente nada en el Congreso y solo van a cumplir la voluntad de su jefe amlo, ahora, suman 22 diputados priístas los que detendrán la llamada Ley Bartlett.
Una de esas diputadas que ya definió su voto, es Carolina Viggiano Austria, Secretaria General del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y esposa del Coordinador de la Fracción Parlamentaria del tricolor en San Lázaro Rubén Moreira, además de Cynthia López, Yolanda de la Torre, nuestra paisana Eufrosina Cruz, Karla Ayala y Brasil Alberto Acosta que se suman al rechazo en los términos en los que está planteada la Reforma Eléctrica y a la adelantaron su negativa los diputados federales de Coahuila y Nuevo León además de los legisladores José Yunes y Laura Barrera.
Esta reforma en su carácter Constitucional, necesita de una mayoría calificada de 333 votos lo que aún no le alcanza al peje para que sea aprobada en todos sus términos puesto que con todo y aliados solo suman 277 votos; le hacen falta 56 que habría podido adquirir del tricolor cuyo peso es de 71 sufragios en San Lázaro.
Hay que recordar -no sé si gratis- el PRI manifestó su apertura a la discusión de la reforma eléctrica propuesta por el ejecutivo, pero al darse cuenta de que en Morena solo hay borregos y no legisladores que se atrevan a contradecir a su patrón, pues están en la conciencia que ofrecerles un voto a favor, no solo es dilapidar el voto ciudadano que los llevó a una curul, sino ceder el futuro de México a una persona que gobierna con ocurrencias.
“Morena se cree dueña de la visión del país y dueña de la verdad, pero eso va a cambiar en el debate de la Reforma Eléctrica”, habría dicho la Secretaria General del PRI y diputada federal Carolina Viggiano.
También expresó que la Reforma cómo está planteada, al PRI “no le gusta” porque no respeta las energías limpias y los mexicanos lo que queremos son energías limpias. “Si queremos revisar los contratos”, dijo Viggiano y “que haya una transición energética”, pero hay una gran cerrazón a discutir estos temas fundamentales y por eso, será rechazada.
En definitiva dijo Carolina Viggiano, “Morena no tiene los votos suficientes para una Reforma Constitucional y eso es así, porque el pueblo de México así lo quiso” y no les dio, como en 2018 esa mayoría calificada para hacer la voluntad presidencial a piejuntillas y sin chistar.
Esa postura de amlo de señalar a los diputados federales priístas de “salinistas” si no aprueban la Reforma Eléctrica, no les disgustó mucho a algunos diputados porque prefieren ser salinistas en cuyo periodo México crecía al 9 por ciento del PIB y no “obradoristas” que lleva tres años consecutivos sin crecimiento económico. Para algunos, más que un insulto, fue un honor.
Por eso y ante la evidente negativa a la Reforma Eléctrica, el siervo de López que dirige Morena Mario Delgado, ha hecho lo que mejor sabe hacer la izquierda estridente, pedir a las huestes morenistas que tomen las calles y que se manifiesten a favor de la Reforma Eléctrica para llevar esa discusión abajo, al “pueblo sabio”, ese pueblo al que le regalan dinero para luego pedirle este tipo de favores, ese pueblo que escasamente lee y que seguramente NO ENTIENDE DE LEYES Y DE REFORMAS.
Me parece que por varios factores, la reforma no pasará, pero sería muy bueno saber ¿qué piensan los otros 49 priístas, incluido Alejandro Moreno que no han dicho “esta boca es mía”?, ¿confían en todos los términos de la Reforma Eléctrica?, o ¿hay mucha cola que les pisen como para decirle “NO” al presidente?