¿Se acuerdan cuando en una mañanera el peje sacó un pañuelo blanco para decirnos a los mexicanos que la corrupción se había acabado?… simbolismos de López para distraer la atención de la corrupción que priva incluso dentro de su propia familia, ya sabemos todos los casos de entrega de recursos de dudosa procedencia a sus hermanos Pío y Martín.
El asunto es que, reiteradamente ha dicho que en su gobierno ya no hay corrupción por el solo hecho de que él no es corrupto -algo que es muy controvertible- y que se ha erradicado ese mal que le costaba al país 500 mil millones de pesos. Por cierto si no hay corrupción ¿alguien sabe dónde están esos miles de millones de pesos?
Apenas hace unos días, la revista Forbes incluyó al peje en la lista de hombres MÁS RICOS DE AMÉRICA LATINA, cosa que hasta hoy no ha desmentido el oriundo de Macuspana por lo que sí cabe preguntarse es ¿si durante más de 18 años no trabajó de dónde sacó una fortuna que llega a los mil millones de pesos, según Forbes?
Quizá la respuesta está en que, de acuerdo a mediciones internacionales, el combate a la corrupción en México, nomás no avanza y la corrupción está realmente enseñoreada en este sexenio de la transformación de cuarta.
La Organización Transparencia Internacional, en su informe de este mes sostuvo que el combate a la corrupción en México no avanzó durante 2021, porque México sigue colocado en el lugar 124 de 180 medidos por este organismo internacional que mide el índice de Percepción de la Corrupción (IPC). Es decir, los propios mexicanos percibimos que la corrupción, a pesar del pañuelito blanco del peje, sigue siendo corrupto.
Transparencia Internacional dice que nuestro país mantuvo una calificación de 31 puntos de 100, al igual que en 2020, según el IPC considerado el principal indicador mundial de medición de la corrupción en el sector público.
El país latinoamericano que en 2019 ocupó la posición 130, ahora comparte la misma posición que Gabón, Níger y Papúa Nueva Guinea. “México sigue siendo el país peor evaluado en términos de corrupción de los 38 países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mientras que en el G20 México ocupa la posición 18, por encima de Rusia”, señaló Transparencia Internacional en su informe.
Sin embargo, en América Latina México se encuentra evaluado muy por debajo de Uruguay, Chile y Costa Rica -son países que aprobaron la prueba y abajo de Cuba, Colombia, Argentina, Brasil, Ecuador, Panamá, Perú y El Salvador, que están reprobados.
Si regresamos en el tiempo, una de las propuestas de campaña que permeó en la sociedad como un acto de relevante importancia propuesto por López, fue justamente el combate a la corrupción y eso definió de alguna manera la elección de 2018 con la promesa de “desterrar la corrupción”.
No obstante los casos emblemáticos de corrupción, señalados por la “cuatroté” como la estafa maestra, Odebrecht, agronitrogenados, expresidentes, entre otros, no han sido, ni serán sancionados en materia penal y mucho menos ha habido una recuperación de los activos derivados de estos procesos, señala Transparencia Internacional.
Está organización mundial con sede en Berlín Alemania, también señaló “una creciente preocupación por el uso político electoral en las fiscalías mexicanas que, a pesar de tener autonomía no son vistas como órganos independientes al gobierno y por tanto, su actuación presenta sesgos favorables o negativos, dependiendo del grupo político al que investiga”.
El caso más reciente es el del asesinato de la periodista María de Lourdes Maldonado quien acusó a Jaime Bonilla, amigo de López de amenazas en su contra que el pasado domingo se hicieron realidad,cuando una bala en la cabeza acabó con su vida.
México entonces, es uno de los países más corruptos del mundo, otra promesa incumplida de un “presidente”, así en minúsculas y entre comillas que pasará a la historia como el merolíco más mentiroso que hayamos tenido jamás.
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