El valor de la innovación en salud

Maribel Ramírez Coronel / El Economista

Hay una fuerte correlación positiva entre la salud y el Producto Interno Bruto (PIB) de distintos países. No sólo eso, sino que la inversión en salud es también un igualador social.

Normalmente poco se entiende la relación que hay entre la salud y la producción de cualquier economía, pero es directamente proporcional y en los últimos dos años de la pandemia quedó muy demostrado: las naciones con mejores estados de salud tienden a tener ingresos más altos y usualmente las economías que dedican más recursos a mejorar la salud de su población son más productivas.

Ahí está el caso de los países nórdicos que el presidente López Obrador puso como ejemplo desde el inicio de su mandato pero a los cuales no podremos ni acercarnos mientras México no decida elevar significativamente la inversión en atender la salud de sus habitantes. No ha sido posible, por ejemplo, elevar en 1% del PIB la inversión en salud como fue la promesa de AMLO.

Hay un estudio recién presentado por  la firma asesora KPMG en coordinación con la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIIF) donde se muestra el efecto multiplicador de las inversiones en salud, y donde se hace evidente que son inversiones inteligentes porque no sólo se cambia la vida de las personas, sino que hay beneficios económicos y sociales que impactan positivamente en las familias, sus comunidades y, en consecuencia, en la vida de un país.

El estudio “La industria de la innovación en México. Contribución a la salud” da cuenta de los esfuerzos en favor de la salud y la calidad de vida que hacen las empresa agremiadas en AMIIF, y su contribución desde distintas perspectivas: mercado, producción, empleo, inversión, educación continúa, entre otras.

El documento aporta información valiosa para identificar las fortalezas y oportunidades del sector de innovación en salud. En exportaciones la aportación de los miembros de AMIIF es significativa: más de 10,000 millones de pesos que representan cerca de una tercera parte de lo que exporta la rama farmacéutica.

Otro dato: este sector emplea a 48,000 personas en forma directa que es el 46% del total de empleos de la industria farmacéutica en el país.

Y particularmente, sus inversiones en investigación y desarrollo de productos para las necesidades de salud no satisfechas tienen un impacto tangible en la vida y la calidad de vida de millones de personas, lo cual trae consigo beneficios económicos.

Los desarrollos acelerados de vacunas para luchar contra la actual pandemia es evidencia contundente y no podemos dejar de reconocer el enorme beneficio para todos los que hemos sido inmunizados y protegidos contra Covid19 gracias a esos desarrollos de la ciencia logrados en menos de dos años. Los más de 12,000 millones de vacunas que han cubierto a más del 60% de la población mundial con al menos una dosis ha permitido la mayor campaña de inmunización en la historia de la humanidad.

Las farmacéuticas integradas en AMIIF buscan desde hace años elevar su inversión en estudios clínicos para demostrar la seguridad y eficacia de medicamentos innovadores y de última generación. Entre 2016 y 2020, 17 mil pacientes participaron de la investigación clínica en el país, y con dichos estudios se generaron 2,400 empleos directos y 9 mil indirectos. En 2020 las empresas asociadas a AMIIF invirtieron 56.22 millones de pesos y -conforme lo reportado- fue 26.1% más que en 2019. Por cada peso invertido se genera una derrama económica de 1.64 pesos.

Algo interesante es cómo están alineadas las áreas terapéuticas cubiertas por estudios clínicos, con nuestras necesidades de salud: 37% en oncología, 18% en endocrinología y metabolismo, 10% en enfermedades infecciosas y 10% en enfermedades inmunológicas.

Semana de Innovación del 26 al 28 de abril

La realidad es que dicha inversión es muy pequeña considerando el tamaño del país y podría duplicarse si hubiera esfuerzos integrados junto con la autoridad para, por ejemplo, agilizar procesos y autorizaciones de protocolos en Cofepris donde se está intentando hacer cambios, pero en eso están atorados desde hace varios sexenios.

Sobre el tema la AMIIF realizará del 26 al 28 de abril su próxima Semana de la Innovación -esta vez en formato híbrido- donde presentarán el proyecto «Impacto económico y en salud de la atención de las enfermedades no transmisibles en mujeres en México». Será el nuevo director del INSP, Eduardo Lazcano, quien es también el principal investigador de dicho estudio hecho en colaboración con el George Institute de Australia.

Entre otros enfoques se abordará el de Salud Mental, así como el de Eficiencias e innovación en la atención del cáncer      presencial. Igualmente, «Nuevas tendencias y casos de éxito en el impulso a la investigación clínica», «El impacto de las nuevas tecnologías». Y en el tercer día se abordará el tema regulatorio así como el de «Propiedad intelectual, factor para innovar en salud».

Extienden Convocatoria Premio a Investigación Médica

La farmacéutica Roche México y la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud) extendieron la convocatoria del Premio a la Investigación Médica Dr. Jorge Rosenkranz que va por su edición 38 y tiene el fin de impulsar el talento científico y la investigación médica nacional. El periodo de inscripción de trabajos estará abierta hasta el 22 de abril de 2022.

Este año, hay cuatro categorías en las que los investigadores pueden inscribir sus trabajos: Básica, Clínica, Biotecnológica/Medicina Personalizada y Epidemiología/Salud Pública. Un aplauso a estas iniciativas que estimulan entre profesionales de salud mexicanos el desarrollo de soluciones médicas innovadoras y la vocación científica de médicos especialistas e investigadores en beneficio de la salud y el conocimiento.

maribel.coronel@eleconomista.mx

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