Es altamente improbable que se apruebe, sin quitarle una coma, la iniciativa enviada por el presidente, Andrés Manuel López Obrador, pero, en un escenario, podrían aprobarse algunos cambios constitucionales, que incluyan disminuir el financiamiento público de los partidos, plantean expertos en materia electoral.
Diego Vadillo – EL ECONOMISTA
El inicio de la construcción de un dictamen de reforma electoral, anunciado en el Congreso de la Unión para la semana que comienza, ha dibujado algunos escenarios sobre los resultados de esa intención de cambiar el marco jurídico e institucional que rige la elección de representantes populares en México.
Primer escenario: Es altamente improbable que se logren todos los cambios radicales planteados por el presidente AMLO
Dado que hay alrededor de 50 iniciativas en la materia que implican reformas a la Constitución y un número similar que contemplan modificaciones de leyes secundarias; que algunas propuestas prevén cambios trascendentales y que el partido en el gobierno y sus aliados no cuentan con una mayoría calificada en la Cámara de Diputados que les permitan reformar la Constitución, el primer escenario es que Morena no va a reunir los votos requeridos para aprobar, “sin quitarle una coma”, la iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador el 28 de abril de 2022.
Luis Carlos Ugalde, expresidente del Instituto Federal Electoral (IFE), expuso que es prácticamente imposible que es iniciativa transite en los términos que fue planteada y que, entre otros puntos, propone:
- Eliminar el financiamiento público ordinario a los partidos políticos.
- Desaparecer al Instituto Nacional Electoral (INE) y crear, en su lugar, el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas (INEC), como único órgano nacional encargado de organizar elecciones.
- Elección, mediante voto popular, de consejeros y magistrados electorales.
- Eliminar los legisladores electos directamente por los ciudadanos, por distrito, para dejar sólo a plurinominales.
Para el reconocido experto en asuntos electorales, difícilmente se contará con los votos necesarios para aprobar algo así, sobre todo porque no hay una razón estratégica que convenza a los diputados de oposición votar en favor de una reforma que claramente afectaría a sus partidos en sus ingresos.
Por su parte César Astudillo Reyes, académico del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, explicó que, en el escenario que se lograran los cambios contemplados en la iniciativa enviada por el jefe del Ejecutivo federal, estaríamos ante un cambio de raíz del modelo de organización electoral del país, que se comenzó a construir en 1977.
Recordó que hay cuatro grandes generaciones de reformas:
- Las de 1977 y años ochenta, que sirvieron para impulsar el pluralismo político.
- Las de los años noventa, que sirvieron para construir instituciones electorales autónomas e independientes.
- Las que también iniciaron en los noventa, pero que buscaron paridad de condición en la competencia electoral
- La de 1914, que crea una autoridad electoral de carácter nacional.
El destacado académico de la UNAM dijo que si se aprobara lo planteado por López Obrador, habría cambios en esas cuatro áreas
Sin embargo recordó que eso implica lograr consensos amplios, por lo cual lo que, en los próximos días, hay que ver particularmente si el PRI está dispuesto a sumar votos para que Morena y sus aliados logren los cambios constitucionales que requieren, sobre todo, porque ha sido ambivalente en los últimos meses en cuanto a su forma de votar.
Segundo escenario: Podrían doblegar al PRI y realizar algunos cambios constitucionales planteados
El segundo escenario es que, Morena y sus aliados logren, tanto en la Cámara de Diputados, como en la de Senadores, los votos necesarios para que la iniciativa confeccionada por el titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda, Pablo Gómez y enviada al Congreso por el presidente López Obrador se apruebe.
En este sentido, el exconsejero electoral, Marco Antonio Baños Martínez, llamó la atención en que la reciente votación para aprobar la ampliación del plazo que permanecerán los militares en la Guardia Nacional, donde el oficialismo logró los votos suficientes de la oposición para tener mayoría calificada, cambia el panorama para la reforma electoral.
Debemos estar atentos. El PRI tiene hoy una alianza distinta que genera impunidad para su dirigente nacional, Alejandro Moreno y que le genera votos al oficialismo, indicó.
Además, recordó que el secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, afirmó públicamente que cuentan ya con el apoyo del PRI para la reforma electoral.
Por eso, el especialista considera que ahora es muy probable que se pueda dar una reforma electoral que implique algunos cambios a la Constitución, donde pudieran tomar en consideración algunos elementos planteados por el presidente.
En ese escenario se lograría sustituir al INE por el INEC y disminuir el financiamiento público de los partidos; sin embargo, para Baños Martínez no se lograría el consenso para la elección, mediante voto popular, de consejeros y magistrados del TEPJF.
“Entonces lo que podría suceder es que no se incluyan todos los ajustes que quiere López Obrador, pero sí lograr una reforma electoral que modifique al INE, que desaparezca a los órganos electorales de los estados y que disminuya el presupuesto y quién sabe qué pasaría con la intención de desaparecer a los legisladores de mayoría relativa”, expuso.
Por su parte Luis Carlos Ugalde opinó que lo que sí podría transitar en el congreso son temas marginales que resultan irrelevantes, como el voto electrónico. “Fuera de eso y dos o tres aspectos adicionales, no veo nada fundamental que pueda prosperar, porque los temas fundamentales relevantes como el de desmantelar al INE, convertir a todos los legisladores en plurinominales o reducir las prerrogativas de los partidos en la oposición, nadie lo aceptaría, incluso ni el Partido Verde ni el Partido del Trabajo”.
Por otra parte, apuntó que puntos fundamentales que han planteado partidos de oposición, como instaurar la segunda vuelta electoral, es inaceptable para el gobierno.
Consecuencias
El exconsejero Baños Martínez comentó que si el congreso elimina, como lo propone el presidente, el presupuesto ordinario para partidos, generaría enormes inequidades, porque no todos tienen la misma capacidad para allegarse recursos de militantes o simpatizantes.
Asimismo, dijo que si se elimina al INE, y en su lugar se crea el INEC, con las conformación y responsabilidades planteadas por el presidente, se despojaría a la autoridad electoral de la profesionalización alcanzada con las Juntas Ejecutivas Distritales, que son órganos desconcentrados, que tienen a su cargo toda la logística electoral.
Otro asunto delicado es que se le quitaría al INE la facultad de control que tiene para actuar en caso de violaciones a las reglas del juego electoral.
Además, destacó que si el INEC se queda como único responsable de la organización de elecciones, tanto federales como estatales y municipales, todos los conflictos locales se tendrían que solucionar en la capital del país, con una estructura institucional más débil y limitada.
Relevo de consejeros del INE, otra oportunidad del gobierno para debilitarlo
El expresidente del IFE, Luis Carlos Ugalde Ramírez, llamó la atención en que el nombramiento de cuatro consejeros INE, para sustituir al actual consejero presidente Lorenzo Córdoba, Ciro Murayama, Adriana Margarita Favela Herrera y José Roberto Ruiz Saldaña, que terminan su periodo de servicio en abril de 2023, abre el riesgo de que el gobierno utilice ese proceso para debilitar a la autoridad electoral y distorsiones en su operación, ya sea imponiendo a gente comprometida con el movimiento encabezado por López Obrador o dilatando el proceso, obligándolo a operar sólo con siete de los once consejeros.
Destacó que si los partidos logran poner a personas afines o militantes pueden afectar la independencia.
Yo tengo la percepción que en esta selección de consejeros, Morena va a querer forzar la inclusión de algunos que tengan más carácter de militantes o activistas, puesto que el presidente ha dicho que no se vale ser neutral en eso de la política transformadora.
Por su parte César Astudillo Reyes dijo que es preocupante la intensión del gobierno de cooptar a las instituciones para desactivarlas, es decir para que no cumplan con su función, como ocurrió con la CNDH o bien para tener el control de decisiones clave en el escenario político nacional.
Si cae el INE y el TEPJF estarán cayendo dos grandes baluartes de la construcción del sistema democrático del país y eso puede asegurar la hegemonía que le permita permanecer en el poder durante décadas.
El reconocido académico de la UNAM llamó la atención que además de los cuatro consejeros del INE, en 2023 cumplen su periodo dos magistrados del TEPJF y que actualmente están pendientes los nombramientos de al menos cinco magistraturas más en las salas regionales.
Recalcó que ha sido una constante en este gobierno dilatar los nombramientos de consejeros, magistrados o comisionados de organismos constitucionalmente autónomos que ha traído como consecuencia su debilitamiento institucional.
Claramente, si no se logra la reforma electoral, el gobierno va a tratar de incidir en los perfiles de los nuevos comisionados del INE, al menos de la presidencia y de lograr el control de la Sala Superior del TEPJF.