El «sugar dating» es cada vez más popular alrededor del mundo y de acuerdo con reportes de diversas plataformas como MySugarDaddy y SeekingArrangement, México es el país de América Latina con más «suggar daddies» activos.
EL ECONOMISTA
La mañana del 3 de noviembre un hombre de 56 años años fue condenado a un año y 10 meses de prisión en Noruega por contactar a adolescentes -incluyendo a una menor de 16 años- a través de aplicaciones digitales de «sugar dating» y posteriormente tener relaciones sexuales con ellas a cambio de dinero.
El máximo tribunal en Noruega considera que estas prácticas son un tipo de compra de servicios sexuales, lo que está prohibido en dicho país desde 2009. Pese a ese fallo, las apps y sitios web para citas y encuentros de este tipo todavía operan.
El «sugar dating» es cada vez más popular alrededor del mundo y de acuerdo con reportes de diversas plataformas como MySugarDaddy y SeekingArrangement, México es el país de América Latina con más «suggar daddies» activos.
Así como en Noruega, algunos otros países europeos como Islandia, Canadá, Singapur, Sudáfrica, Corea del Sur, Irlanda del Norte y Francia también incluyen diversos tipos de penalización para quienes paguen por algún servicio sexual. El argumento que comparten estas legislaciones es que la prostitución es una expresión de violencia contra las niñas, adolescentes y mujeres.
¿Qué es el sugar dating?
Esta práctica se refiera a las relaciones sexoafectivas entre hombres adultos, regularmente mayores de 40 años, con adolescentes o mujeres jóvenes menores de 25 años. Estos vínculos se sostienen a modo de «intercambios», mientras los «sugar daddies» las llevan de viaje, les compran ropa o accesorios de lujo, les pagan la escuela o les hacen transferencias de dinero directas, ellas pagan con citas románticas, sexo o compañía.
A diferencia de las apps de «dating» común, en donde las personas buscan conectar con otras que tengan gustos parecidos o intereses en común, en los sitios para «sugar dating» se leen cosas como «hombre deshibido, discreto, experimentado» en los perfiles de los hombres y cosas como «tierna, atrevida o malportada» en los perfiles de las chicas.
Algunas cifras
- México, Argentina y Chile son los países en los que hay más «sugar daddies»
- Perú, Colombia y Chile son los países en los que se encuentran más «sugar babies» disponibles
- Sólo en la plataforma MySugarDaddy hay poco más de medio millón de usuarios mexicanos
- La Ciudad de México y Guadalajara son en las que se tienen más usuarios de «sugar dating»
- La edad promedio de las jóvenes que usan estas plataformas es de 23 años
- La edad promedio de los hombres que usan estas plataformas es de 44 años
¿Trabajo sexual, explotación sexual o autonomía sexual?
Otra de las características particulares del «sugar dating» es que los usuarios no buscan «conocer» gente para iniciar vínculos afectivos, extender sus círculos o compartir experiencias, en estas relaciones sí existe un «pago» de ambas partes. Este caracter de «comercio» abre el debate sobre si es el «sugar dating» es trabajo sexual, si es explotación sexual o si es un ejercicio libre de la autonomía sexual y afectiva.
En el caso particular en Noruega, la corte precisó que «el factor decisivo (para determinar el fallo) es si la relación entre las partes consiste fundamentalmente en el intercambio de favores sexuales a cambio de un pago».
Y agregó que «estas relaciones (las que mantenía el acusado con distinas jóvenes) tenían poco o ningún elemento de lo que puede caracterizarse como una relación de pareja común y corriente».
Aunque en este país la decisión se tomó porque existe una base legislativa que nombra y castiga la compra de servicios sexuales, la realidad es que en México y casi todos los países de América Latina no existen marcos regulatorios de este tipo.
Las trabajadoras sexuales en México incluso se han movilizado y creado colectivos para la protección, la desestigmatización y la dignificación del trabajo sexual, siempre que este surja de una decisión individual y autónoma, y no desde redes de trata de personas, de explotación sexual o de abuso de menores, adolescentes u otras personas que no pueden consentir.
Algunas activistas también señalan que es importante considerar que las mujeres tienen agencia sexoafectiva y no este derecho no debe violentarse.
Por otro lado, algunos colectivos señalan que las condiciones en las que surgen las relaciones entre «sugar daddies» y «sugar babies», la vulnerabilidad de las jóvenes a ser coaccionadas, chantajeadas y abusadas es importante.