Por Maritza Pérez / El Economista
La violencia en México ha desplazado de sus hogares a más de 379,322 personas, ocasionado una crisis humanitaria de desplazamiento forzado que alcanzó su máximo histórico, hasta ahora, en 2021, con cerca de 42 episodios.
La violencia en México ha desplazado de sus hogares a más de 379,322 personas, ocasionado una crisis humanitaria de desplazamiento interno forzado que alcanzó su máximo histórico, hasta ahora, en 2021, con cerca de 42 episodios de desplazamiento.
El más reciente informe de la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos (CMDPDH) sobre “Episodios de desplazamiento interno forzado en México”, documentó que, pese a que desde hace más de una década México sufre una grave crisis humanitaria causada por el desplazamiento interno forzado, en 2021 se registró la cifra más alta de personas desplazadas por la violencia, con estimaciones que llegan las 28,943 víctimas.
Lo anterior, equivale a la suma de personas desplazadas en los últimos tres años, al tiempo que se duplicaron los eventos de desplazamiento interno masivo por violencia en comparación con 2020.
Entre los hallazgos del estudio se identificó que los 42 episodios de desplazamiento interno masivo causado por violencia se dieron en 10 estados, 57 municipios y 221 localidades. Mientras, el 28% de las personas desplazadas internamente pertenecen a comunidades indígenas y uno de los principales motivos que tienen para dejar sus lugares de origen es la violencia generada por grupos armados organizados.
Siendo Zacatecas, con 10 episodios, y Chiapas, con 9; las entidades federativas en donde se registraron más episodios. Aunque también hubo episodios de desplazamiento masivo en los estados de Chihuahua, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Nayarit, Oaxaca y Tamaulipas.
Con relación al número de personas desplazadas, se estima que en 2021 al menos 28,943 personas tuvieron que abandonar su lugar de residencia habitual y desplazarse internamente debido a la violencia y la entidad con más personas desplazadas fue Michoacán, con 13,515 personas, lo que corresponde a 46.69% del total nacional, de las cuales, el 71% de las personas desplazadas son mujeres que huyen junto a sus hijos.
En segundo y tercer lugar entre las entidades federativas con mayor número de personas desplazadas están, respectivamente, Chiapas, con 7,117 personas desplazadas, y Zacatecas, con 3,693.
De los casos se destacó que el episodio de desplazamiento interno con el mayor número de personas afectadas ocurrió en los municipios de Pantelhó y Chenalhó, en Chiapas, donde alrededor de 3,205 personas indígenas tsotsiles y tseltales de al menos 8 comunidades tuvieron que desplazarse debido a enfrentamientos entre grupos armados.
Además, durante el 2021 ocurrieron otros cuatro episodios de desplazamiento masivo que expulsaron a más de 1,000 personas: un episodio en donde al menos 3,000 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares en el municipio de Aldama, Chiapas; un episodio que forzó a 2,753 personas a dejar sus hogares en el municipio de Chinicuila, Michoacán; un episodio que afectó a 22 localidades del municipio de Jerez, en Zacatecas, y desplazó a un estimado de 1,198 personas; y, finalmente, un episodio que ocurrió en el municipio de Coyuca de Catalán, en Guerrero, y que obligó a 1,085 personas a abandonar sus localidades.
De acuerdo con el registro histórico-acumulativo llevado a cabo por la CMDPDH, el total de personas desplazadas internamente por la violencia en México hasta diciembre de 2021 asciende a 379,322.
El informe destaca que las altas cifras registradas en 2021 se debieron en gran medida a la violencia generada por grupos criminales armados dedicados al narcotráfico y a otras actividades delictivas, en particular en los estados de Michoacán y Zacatecas.
Asimismo, se advirtió que en 2021 existía la prevalencia de la violencia armada en varias partes del territorio mexicano, múltiples agresiones y violencias cometidas en contra de la población, la expansión del desplazamiento interno hacia nuevos territorios, la persistencia de conflictos y de situaciones de desplazamiento prolongado y la falta de soluciones duraderas para las personas desplazadas internas, muchas de las cuales ven en la posibilidad de solicitar asilo en los Estados Unidos la única opción para estar a salvo.