La XEWW 690 AM de Rosarito, una de las frecuencias con el mayor valor económico y estratégico en la frontera de las dos Californias, está en la mira del gobierno estadounidense, que acusa a sus dueños de mantener negocios en los que participan directamente dependencias del gobierno de China
EL ECONOMISTA Por Nicolás Lucas-Bartolo
No es la primera vez que los líderes de la 690 AM de Rosarito, conocida también como la XEWW-AM, solicitan ese permiso a la FCC con la intención de radiar hasta Los Ángeles. Antes habían solicitado sin éxito la autorización para transmitir contenidos en Estados Unidos desde una estación ubicada en el extranjero, conforme obliga una ley de hace 90 años, la Brinkley Act. La autoridad nunca tomó una decisión por su abultada carga de trabajo.
La estación mexicana comenzó entonces a transmitir en idioma chino y esa determinación de los radiodifusores alertó a la Comisión Federal de Comunicaciones de Estados Unidos, que ordenó el cese inmediato de este tipo de transmisiones, generando enojo en el público sino-mexicano, que comenzaba a acostumbrarse a la nueva transmisión.
La FCC ahora acelera el papeleo para entregar un permiso temporal que permita a la XEWW 690 AM de Rosarito radiar sólo en inglés para San Diego, Orange, Los Ángeles y Santa Bárbara, además de la veintena de pueblos y ciudades que ya también captan sus señales en Baja California, México.
La XEWW 690 AM de Rosarito es una de las frecuencias con el mayor valor económico y estratégico en la frontera de las dos Californias debido a su amplitud de cobertura, y ahora está inmersa en el jaleo que protagonizan China y Estados Unidos por el liderazgo en la geopolítica mundial.
Washington acusa que los dueños de la estación mantienen negocios en los que participan directamente dependencias del gobierno chino y porque existe un supuesto interés por convertir a la XEWW-AM de Rosarito en una emisora con transmisiones enteras en chino.
La XEWW-AM de hecho ya lo hace a través de Internet con la marca URadio 690. De ahí la urgencia de la FCC por hacer que esa estación transmita en inglés o, en su caso, en español. En México, el Instituto Federal de Telecomunicaciones defiende que los concesionarios de la estación tienen libertad programática.
La antena de la XEWW 690 AM de Rosarito se encuentra a 120 metros de altura, sobre un terreno próximo a Playa Popotla, y se orienta hacia la carretera panorámica que va de Tijuana a Ensenada, en el norte del Pacífico mexicano. La estación logra una audiencia mínima en el territorio de Baja California, porque en Tijuana tuvo un alcance diario de 1,514 personas en todo abril y su rating y share también fueron escasos allí, de 0.006 puntos y de 0.09%, respectivamente. Las personas de entre 25 y 34 años de edad representan 75% de su audiencia diaria, de acuerdo con INRA. Pero esos malos datos no asustan a sus operadores, porque su objetivo son las audiencias de California.
El título de concesión de la emisora le habilita una transmisión con 77,000 watts de potencia, pero los promocionales de la estación en Internet indican hasta 100,000 watts.
Al ubicarse en una frecuencia tan baja como los 690 kilohertz, su potencia de cobertura es enorme, como para viajar hasta 250 kilómetros al norte y radiar sobre San Diego y Los Ángeles, y esa es una de las razones por las que la 690 AM de Rosarito se valoró en 10 millones de dólares hace tres años, una cifra demasiado elevada para una frecuencia de un poblado con 70,000 habitantes como es Rosarito.
El pretexto de los concesionarios de la estación por transmitir en idioma chino es el tamaño e importancia de la comunidad china en Baja California, de unas 85,000 personas repartidas entre Ensenada, Tijuana, Tecate y San Quintín. Al otro lado de la frontera serían hasta 300,000 personas, el mercado potencial.
La XEWW-AM 690 KHz de Rosarito tiene 87 años, en los que ha cambiado en más de una vez de siglas y de programación hablada y musical o de idioma, de inglés a español y a la inversa, de acuerdo con el portal especializado en radiodifusión En Frecuencia.
El sitio cita a las empresas GLR Southern California, Radio Resources, Phoenix Television y H&H USA, y a los empresarios Vivian Huo y Julian Sant, como involucrados en el control reciente de la XEWW 690 AM de Rosarito. La estación tuvo antes tratos comerciales con el grupo español PRISA.
La alarma en Washington se encendió al conocerse que Phoenix Television es una entidad con participación estatal china, con capacidad para operar estudios y generar contenidos para radiodifundirse, inclusive desde México.
H&H USA, LLC, propiedad de Vivian Huo y Julian Sant, pensó en contratar a Phoenix para la generación de contenidos. Para entonces, Huo y Sant ya habían adquirido GLR Southern California, la empresa que programaba la estación. Sin embargo, el poder de la FCC hizo caer los planes de negocio pensados en chino.
“Al incluir a Phoenix Radio en su propuesta, H&H pisó un hilo vivo de la política de Estados Unidos, particularmente en la derecha: la influencia china. Dos empresas propiedad del gobierno chino eran copropietarias de Phoenix, y su participación impulsó una legislación propuesta por el senador Ted Cruz. La FCC ordenó que dejaran de enviar contenido al transmisor de la estación en Playas de Rosarito en 48 horas”, relató En Frecuencia.