En el último año creció el número de mujeres que enfrentan un ambiente de trabajo menos favorable en aspectos como salud mental y flexibilidad laboral. Algunos rubros que han mejorado son las tasas de agotamiento y los comportamientos no inclusivos en sus empresas.
EL ECONOMISTA Por Blanca Juárez
Esto está empeorando. Menos mujeres sienten confianza para hablar en sus centros laborales sobre su salud mental y menos trabajadoras pueden desconectarse al final de su jornada. Además, son quienes más se ven obligadas a renunciar porque es demasiado cumplir con un trabajo remunerado y otro en casa, sin pago y mal distribuido.
El informe Mujeres en el trabajo 2023 “ofrece algunos indicios de mejora real” respecto a las dos ediciones anteriores. Hay que destacarlo: las tasas de agotamiento y los comportamientos no inclusivos se han reducido, “las mujeres reportan experiencias más positivas con el trabajo híbrido”.
Sin embargo, subyace otra realidad: “El número de mujeres que se siente cómoda hablando sobre salud mental en el lugar de trabajo ha disminuido significativamente del 43% en 2022 al 25% en 2023”, destaca el reporte de la consultoría Deloitte.
La investigación recoge las respuestas de 5,000 trabajadoras en 10 países. Sus testimonios permiten saber que al menos un tercio de ellas ha faltado al trabajo debido a su condición mental. Pero sólo el 25% tendría la confianza para contarlo, mientras que el año pasado el 39% manifestaba estar dispuesta a hacerlo.
Lo anterior coincide con otro dato reportado por la firma: seis de cada 10 mujeres dicen que no han sido apoyadas por su empleador en tema de salud mental; en 2022 eran cuatro de cada 10 las que no eran asistidas.
La emergencia por la covid-19 ha sido levantada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero las consecuencias persisten en los cuerpos y mentes de las mujeres. Si bien menos (28%) dicen sentirse agotadas en comparación con el año pasado (46%), en 2022 el 65% dijo que su salud física era buena; para este año son menos quienes lo afirman, el 54%, según el reporte.
Sin flexibilidad en la casa ni la oficina
Como muchas otras fuentes lo han demostrado, Deloitte señala que además de su trabajo remunerado, las mujeres siguen encargándose de la mayor parte del trabajo del hogar.
Pero además revela que, “a menudo, sienten que deben priorizar las carreras de sus parejas” por encima de sus propios proyectos de vida y necesidades. Incluso las mujeres que aportan el principal ingreso a sus familias experimentan esa aflicción.
Los roles de género pesan mucho: nueve de cada 10 mujeres encuestadas por la consultoría trabajan a tiempo completo en sus empleos. De ellas, el 46% tiene prácticamente toda la responsabilidad de realizar la limpieza del hogar y el cuidado de personas dependientes. Sólo el 34% dijo que dicho trabajo no remunerado lo realiza a partes iguales con su pareja.
En sus casas les demandan tiempo, presencia y trabajo. En sus empleos se los piden incluso cuando ya terminó su horario laboral. Según el reporte, “la presión para estar ‘siempre conectada’ también es peor, ya que sólo el 37% de las mujeres dice que puede desconectarse del trabajo en comparación con el 45% en 2022”.
El informe de Deloitte sostiene que, ante esto, “las mujeres quieren más flexibilidad en el trabajo, pero todavía no es una realidad para muchas, y esto está afectando sus opciones de carrera”. Pero además de un empleo flexible, se requiere que los líderes respeten los horarios de trabajo y paguen las horas extra.
La consultoría atribuye a la falta de flexibilidad “una de las tres principales razones por las que las mujeres dejaron a sus empleadores el año pasado y es la principal razón citada por las mujeres que actualmente buscan dejar a sus empleadores”.
Un ambiente laboral que no es propicio para hablar de salud mental, tampoco lo es para pedir flexibilidad o respeto por el horario de trabajo, así que las opciones son irse o soportar.
“Abrumadoramente, el 97% de las mujeres cree que pedir arreglos de trabajo flexibles podría afectar negativamente sus posibilidades de promoción en el trabajo y el 95% siente que las cargas de trabajo no se ajustarán en consecuencia”.
Por último, un dato que le puede ayudar a las empresas: “Dos tercios de las mujeres planean quedarse en la compañía por más de tres años, en comparación con el 19% de las mujeres que no tienen flexibilidad”. El trabajo flexible tiene claros beneficios de retención de talento.